miércoles, 20 de octubre de 2010

de los gritos a los aplausos

Los seres humanos en especial los niños pasamos de un sentimiento de alegría a otro de no alegría casi sin proponerselo. ¿Quién no ha llorado y casi de inmediato empezar a reir casi con las mismas ganas?. Así nos comportamos como individuos.
¿Pero y en grupo? ¿seríamos capaces de pasar de un estado a otro con tanta facilidad?.
Algunas veces los grupos humanos si cambian de manifestación de sentimientos de forma colectiva. Sin ir más lejos en un partido de fútbol miles de personas a la vez cambian de la alegría de un gol a la ira de su anulación.
Esta mañana en Jerez ha pasado algo similar.
Resulta que ha visitado el presidente Griñan el Ayuntamiento jerezano. Allí había colectivos que estaban en desacuerdo con lo que le podría venir encima y otros manifestando su desesperación por la situación laboral o drama personal. Entre ellos había un grupo de trabajadores de la Agencia Andaluza del Agua, con sus camisetas blancas y cruces negras muy llamativas, gritando contra el presidente, que estaba dentro de la alcaldía, incrementando sus increpaciones a la salida de esta, cuando se iba a inaugurar un centro para discapacitados.
Durante la visita al centro, los trabajadores se situaron a la salida esperando la finalización del acto. En el momento en que el presidente salía, casi iban a empezar a gritar cuando de repente se acercó  y conversó con ellos un ratito. Al despedirse los trabajadores le aplaudieron. Lleno de curiosidad me acerqué y le pregunté a uno de ellos de qué habián hablado, logicamente de su problema laboral, pero curioso le pregunté el por qué del aplauso cuando hacía una hora le habían gritado.
Es que nos ha dicho que estábamos equivocados. Nos ha convencido de que es así y nos ha prometido de que nuestra situación laboral no cambiará.  En este hombre confiamos.
Confieso que me sentí bien, cuando el coche oficial se perdía por la puerta de Rota y los trabajadores se iban tan tranquilos. 
 
 

1 comentario:

  1. Bonito blog, bonito lugar Jerez y Santiago, la sal y el arte se esconde en esos lugares.
    Saludos

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