No quepo de indignación y de incredulidad con lo que pasa en mi Jerez.
Resulta que las estadísticas dicen que hay ¡31.000! parados. Es decir el casi el 15% de su población está en paro. El drama que supone estar sin trabajo debería de ser motivo de una revolución, como la hubo en otros tiempos. Hoy es diferente. Se convoca una manifestación apoyada por todos los sectores sociales y solo acuden 500 personas, entre los que se encontraban algunos parados. O bien los sindicatos están tan desconectados de los parados como los partidos de la sociedad; o las personas están aborregadas; o mejor ambas cosas.
Por otro lado, nos encontramos simultáneamente a los trabajadores de Garvey que se manifiestan a favor de su patrón, que está siendo llevado ante la justicia por diferentes malos modos de manejar sus empresas, con el peligro inminente de mandar a miles de personas a la calle.
Por si fuera poco, la aspirante a la alcadesa, de cuyo nombre no quiero acordarme, saca a diario su varita mágica, promote lo incumplible, parece una dirigente de izquierdas y su lema es "contra peor para Jerez, mejor para el PP".
Al otro lado de la pista de este circo, nos aparece bajo los focos de esta sesión el exalcalde, cuyo nombre no quiero pronunciar, haciendo propuestas de éxito, presentando propuestas innovadoras y exclusivas. Cuando se le recuerda su pésima gestión, responde que es un hombre nuevo. Un Salvador que viene a redimir al pueblo de Jerez de las garras de Pilar Sánchez.
Pero aún hay más.
Raro es el mes en que no aparece un nuevo partido. Cada uno presenta un mismo guión: Lo anterior no vale y nos vemos obligado a crear este nuevo partido para salvar a Jerez.¿ Saben lo que pienso?. Que Jerez está muy castigado por los salvapatrias. Sean estos sindicalistas acomodados, neopolíticos liberadores o protoalcaldesa catastrófica.
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