lunes, 5 de septiembre de 2011

Ejemplo de para que sirven los impuestos


La otra noche viví un hecho singular  que me sirve para explicar algunas diferencias.
Era ya de madrugada y a punto de acostarme cuando escuché unos lamentos. Enseguida los identifiqué, eran de mi vecina, ya mayor, que llamaba a su marido casi impedido.
Bajé a su casa y como no respondía y seguían los lamentos enseguida llamé a la policía municipal. Vinieron en principio una patrulla, que al comprobar la seriedad del asunto, hizo que vinieran dos agentes mas. Como no se podía entrar en la vivienda llamaron a los bomberos. Llegaron dos camiones. Finalmente con la escalera entraron por la ventana.
Afortunadamente todo fue debido una subida de azúcar que la hizo perder el concimiento y desmayarse en el baño. No se podía levantar y su esposo tampoco.

Al poco llegó una dotación del 061 que la atendieron y la llevaron al hospital.

Si tenemos en cuenta que intervineron 4 policias municipales, 8 bomberos, 1 médico, 1 ATS y un conductor, además de 2 coches,  dos camiones de bomberos, y una ambulancia ¿cúanto cuesta todo? ¿quién lo paga?, ¿cuanto cuesta todo esos servicios en EE.UU. o en Alemania?. Pongo estos dos países como paradigma del desarrollo y de bienestar, porque en ambos el servicio de bomberos o no digamos el de ambulancia se pagan, y en el caso del segundo por adelantado.
En España y en concreto en Andalucía, que G. a D. sigue siendo socialista, son gratis. Mejor dicho salen de los impuestos. Lamentablemente en las Comunidades donde la derecha empieza a gobernar las privatizaciones empiezan a estar presentes. Si no luchamos por los servicios públicos, si los criticamos destructivamente, si nos dejamos embaucar, después vendrán las lamentaciones y será tarde, muy tarde.
Andalucía ha sido castigada mucho, muchísimo. El cacique, la figura del señorito casi medieval, disfrazado hoy en dia con su gomina y su corbata con intereses que en nada coincide con los de la casi totalidad de los andaluces, quiere volver a gobernar, cambiando la fusta por la tablet, el caballo por el todoterreno, y el traje campero por ropas de marca, pero los principios ideológicos son tan fundamentalista como los de hace 70 años. A toda la ciudadanía andaluza le toca frenar este empuje, es nuestra responsabilidad. De vd. depende, yo lo tengo claro.

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